"Sevilla no puede vivir del Rebujito y la Primera en la Campana" (Prof. Ramón María Serrera)
Por encima de otras cosas, Sevilla es la ciudad de Ópera por excelencia. No en balde se contabilizan 150 las óperas que están de una forma u otra ambientadas o relacionadas con Sevilla.
Ante esta situación, es una verdadera satisfacción conjugar estas circunstancias de nuestra ciudad con llevar unos ratos de alegría a colectivos tan necesitados de ellas, como son nuestros Mayores y un numeroso grupo de reclusos con sus educadores.
Prácticamente en todos los casos, se trata del primer acercamiento de todas estas personas a algo que como acabamos de demostrar es tan sevillano, y la reacción no puede ser mas emocionante para ellos e ilusionante para todos nosotros.
En esta ocasión, fuimos un total de 130 personas, entre mayores procedentes de Estepa y La Roda de Andalucía, reclusos del Centro Penitenciario de Sevilla y una nutrida representación de voluntarios.
Para los que amamos la música, hacer pasar unas horas a estos colectivos al propio tiempo que les iniciamos en una de las mayores bellezas que la vida puede proporcionar, nos llena de verdadera satisfacción.
Óperas tan nuestras como El Barbero de Sevilla, Carmen, así como fragmentos escogidos de otras como Turandot y con especial atención a la Zarzuela, provocaron los gritos de entusiasmo de los asistentes, fuera de los tradicionales cánones de silencios que marca la "música de tradición culta", pero ¿Que mas daba?
El goce estaba por encima de todo.
Como no podía ser de otra manera, terminamos en una verdadera orgía de entusiasmo con el famoso Brindis de la Traviata.
