Hay acciones que para nosotros son de un puro trámite pero
que puede llevar mucha felicidad a nuestros semejantes.
Estamos plenamente seguros de que no hay ninguna de nuestros
voluntarios que no tenga en su trastero un Puzle que hizo hace tiempo y que no
sabe ni dónde ponerlo ni qué hacer con él.
En otros casos, después de resolver el puzle, lo ha vuelto a
guardar en su caja esperando a no se sabe qué.
Pues, os contamos una historia y decidid si estáis
dispuestos a ayudarnos en la Operación que os proponemos.
Algunos de nuestros voluntarios con una abnegación,
dedicación y entrega muy difícil de asumir para quien no sea testigo de ello,
llevan a cabo su actividad de voluntariado con los internos que se encuentran
en la enfermería de la cárcel. Allí no tienen visitas, ni televisión, ni radio
y en muchos casos no tienen capacidad para asimilar ningún tipo de lectura. Por
no tener no tienen ni una mano donde apoyarse, salvo la de nuestros voluntarios.
¿Sois capaces de imaginaros la situación?
Cualquiera de nosotros estamos desesperados al estar en una
habitación de hospital, pendientes de que nos den el alta para irnos a casa, una
vez recuperados de nuestras dolencias, a pesar de estar rodeados de estos
atractivos y comodidades que hemos indicado. Y sobre todo de familiares y
amigos.
La llegada de nuestros voluntarios, una vez por semana,
supone para ellos el momento que están esperando durante todo el resto de los
días.
Para ellos, y cuando no están nuestros Voluntarios para
hacerles compañía y aliviarles en sus necesidades, los PUZLES se convierten en
su único motivo de distracción.
Los PUZLES PARA ELLOS REPRESENTA VIDA. Parece algo simple,
pero es real y solo tendríais que hablar con nuestros voluntarios que están
cerca de ellos, Tere, Ana María, Pedro…. Para conocer testimonios directos de
cuanto decimos.
Si quieres DAR VIDA con algo tan simple, solo tienes que
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